Orixás

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martes, 23 de agosto de 2011

Desde la Literatura Infantil

 Amigos:
               hojeando un blog de literatura infantil, a esta altura del año me entero que en España, (y no sé si en el resto de Europa también), han de cretado al año 2011 como "El Año dedicado a los Afro - descendientes"

Más allá de dolores pasados, mi deseo de hoy es aportar una gota de amor.

Que sea para bien!




lunes, 22 de agosto de 2011

Bom Fim

En la mañana del tercer martes de enero, toda la gente de Bahía se encamina a la colina do Bomfim, donde está la iglesia del Santo más popular de la ciudad, santo que, al decir del padre Barbosa, sacerdote y literato, miembro de la Academia de Letras, está por encima de todas las divergencias religiosas y políticas.
Esa, es una gran verdad: El Señor do Bomfim, no exclusivo de ninguna religión. 
Su fiesta, que dura ocho días (los tres últimos, parecen un carnaval), tienen mucho de fetichistas. El Maestro Édison Carneiro, la considera "la mayor fiesta fetichista del Brasil"
Para los negros, el Senhor do Bomfim es Oxolufá, o sea Oxalá Viejo, Oxalá en su mayor dignidad.
La Igreja do Bomfim, tiene una Sala de Exvotos.

Hace muchos años que el Santo hace milagros: salva náufragos, cura leprosos, tísicos y locos, cierra heridas de bala, y aparta en el último momento, hojas de dagas y puñales asesinos.
Decenas de fotografías, brazos, piernas, manos y cabezas de cera, recuerdos de terribles hechos, llenan esa sala enloquecedora que es el más extraño museo que se pueda imaginar.
Ofrendas ricas y pobres, grandes y pequeños milagros.
Nosso Senhor de Bomfim hace llover, contiene las crecientes de los ríos, protege las plantaciones y evita las epidemias.
No es un santo muy popular entre el clero, ya que el arzobispado hizo todo lo posible para evitar los festejos con que la población celebra la fiesta de Bomfim.
Quizá, por que es tan del pueblo, tan democrático, tan falto de preconceptos religiosos, volviéndose Dios negro en las selvas africanas, santo del samba y de la capoeira.

Las fiestas de Bomfim, duran ocho días, pero su mejor momento es el Jueves de Lavado.
A pesar del sábado y domingo con sus ranchos en la colina, mezcla de fiesta, de risa y de carnaval, a pesar del martes de la Ribera con sus comidas, sus fiestitas familiares, su cachaça abundante y fácil.
Aún así, el mayor espectáculo es lavado de la iglesia con la procesión que lo precede.
La procesión sale de la Igreja Da Conceiçao da Praia.

La gente se agolpa frente al Elevador Lacerda y al Mercado Modelo.
Quién nunca vio esta procesión, no conoce los secretos de la poesía.
Quizá por un milagro más del Senhor de Bomfim, la mañana de ese jueves se presenta iluminada de luz.

En los diques próximos, los pequeños saveiros bordean a los grandes barcos cargueros y enormes transatlánticos.
En esta procesión, hay una enorme cantidad de músicas y cánticos; donde los cantos religiosos, en arruinado latín, se mezclan con los cánticos del yoruba de las macumbas.
Pero hay! existen bohemios que no saben ni los cantos en latín, ni los cantos en yoruba y entonces... cantan sambas y marchas, hacen gemir sus guitarras, sus cuicas y sus cavaquinhos.
Pero todo es en honor del Santo y, ese jueves el pecado no existe en la ciudad de Bahía.
Detrás, vienen las hijas de santo de los diferentes candomblés, vestidas de blanco, con sus blusas y sus faldas almidonadas. Sobre las cabezas, en un equilibrio casi milagroso, cargan los cántaros con agua fresca.
Hijas de Santo de todos los candomblés: de Goméia, de Bate-Flor, de Engeho Velho, de Gantois.
Todas vestidas de blanco, el color de Oxalá, le llevan al Santo, las cosas más puras del mundo: agua y flores y también la alegría.

El canto de las bahianas, en el que resuenas atabaques y agogôs, recuerda los cantos de los cazadores negros en los desiertos del Africa.
En fila, cargando ramas sagradas de pitangueiras las siguen los vendedores de queimados, dulces y chocolates y los vendedores de caramelos, que llevan ramas con hojas y forman con las bahianas, la guardia de honor del Senhor de Bomfim.
Después, vienen los aguateros en asnos y carros.
Los asnos, desaparecen bajo el papel de seda recortado y los carros desaparecen bajo las flores tan variadas y en tanta cantidad!
Frutas de Bahía: mangos, naranjas, xapotes, ananás espléndidos saltan de los puestos porque, el Senhor de Bomfim, como todos los Orixas negros, recibe presentes de frutas en los ritos africanos.
La masa popular, mucha gente descalza, con los pies desnudos, en pago de alguna promesa, serpentea por las calles comerciales de la ciudad baja, en dirección a la colina de Bomfim.
Si el visitante, tiene suerte o, conocidos, podrá conseguir un lugar en los camiones que acompañan a la procesión pues, queda lejos la colina de Bomfim.
El visitante saldrá de los camiones magullado y satisfecho, correrán las aguas de Oxalá por su Igreja de Bomfim, y a la noche, la fiesta será en el terreiro de candomblé.


El Senhor de Bomfim y Oxalá, son un sólo dios para el pueblo bahiano.

Fuente: Bahía de Todos los Santos
              Jorge Amado
              Dibujo: Carybé

viernes, 12 de agosto de 2011

Tejido Artesanal

1º ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE TEJIDO ARTESANAL”
Tejiendo la patria Grande
Emprendedores de nuestra tierra
Soncko Argentino ha sido invitado a participar del evento, organizado por  la
Subsecretaria  de Fortalecimiento Institucional, secretaría  de Esconomía Social
Ministerio de Desarrollo Social de la Nación
Los  invitamos a visitar la feria a realizarse el 3 y 4 de septiembre,
De 11 a 20 hs
La Casa Patria Grande “Nestor Kirchner”
Carlos  Pellegrini 1289 

sábado, 6 de agosto de 2011

La Ciudad y su Recôncavo

Los últimos años del Siglo XVI, fueron para la ciudad y su recôncavo, años de expanción y enriquecimiento. Claro que al decir esto no hay que pensar en un "paraíso terrestre", lejos de eso.

Como sabemos, la ciudad de Bahía, luego de construida, recibió fuertes inyecciones reales para su desenvolvimiento.
Entre 1550 y 1551, el rey de Portugal envió dos ejércitos, personal para mantenimiento y un importante "incentivo fiscal"

Don Juan III, determinó que todas las personas que vivieran en Bahía, quedarían exentas de impuestos: labradores, por tres años; artistas, por cinco años, etc.

Pero, junto con estos beneficios, soplaban vientos contrarios. Vientos de enfermedades y  epidemias.

Los indios tupinambás, llegaron a venderse a sí mismos como esclavos, suplicando ser comprados.

La viruela, barrió sin piedad la región, diezmando, particularmente a negros y brasis.

Se sospecha que la peste,  se produjo por una nave anclada en Ilhéus y de allí, se desparramó por toda la costa.

Según el jesuita Leonardo do Valle, las mujeres debilitadas parían prematuramente, los cuerpos exudaban un olor putrefacto, los niños recién nacidos morían por no tener que mamar... los cerdos, comían los cadáveres...

Los jesuitas decían que aquello era un castigo divino.
Los indios, se replegaron más allá del Paraguaçú, en adhesión a un movimiento mesiánico, a una Santidad Amerindia.

Ocurre, que los frailes corrían de un lado a otro a dar la extrema unción y el bautismo a los enfermos próximos a morir; entonces los "pajés" decían que "esa agua estaba maldita"

La Ciudad de Bahía y su Recôncavo, sufrieron también en esos años, los embates de piratas holandeses e ingleses.
Se sabe, que viajeros como Williams Hawkins negociante de Plymouth y Pudsey de Southampton, viajaron a tierras de Brasil en 1542, para estrechar vínculos comerciales y dar protección militar a las naves de los ingleses que comerciaban con  los tupinambás.

A ellos, les interesaba la madera del Palo Brasil, el algodón y los papagayos.

Sendos piratas ingleses, visitaron las florecientes costas de la Ciudad de Bahía, siguiendo el rastro de Sir Francis Drake, el mayor pirata inglés de todos los tiempos.

Ejemplo de ello fueron: Robert Withrington y Christopher Lister.
No lograron tomar la ciudad, pero asolaron su  recôncavo.

En 1580, por una cuestión dinástica, Portugal cayó bajo el domiño español; instaurándose así, lo que se llamó la "Unión Peninsular"
Con Portugal anexada hasta 1640, Brasil, pasó a pertenecer a España.

Estos cambios políticos determinaron, entre otras cosas, la lucha con Holanda; provocando diversas invaciones a Bahía y Pernambuco en el S XVII, por parte de los holandeses.
Antes de eso, en 1599, los holandeses bombardearon la Ciudad de Bahía, logrando tomarla por 25 días.

A pesar de la viruela, los piratas y las invaciones, Bahía y su Recôncavo, conocieron años de mucho esplendor...

Continuará...

Fuente: Uma história da Cidade da Bahía
            Antonio Risério

Un pueblo que preserva su cultura