Por eso, me siento a escribir algo más sobre vos y, retomo la historia de tu vida, desde donde la dejé:
"Vamos a situarnos en el año de 1549, un viernes 1º de febrero, cuando tres naves partieron de Portugal tomando curso hacia la Bahía de Todos los Santos. Eran: Nossa Senhora de la Conceição, Nossa Senhora da Ajuda y el bergantín São Roque.
La armada contaba con cerca de mil hombres, incluyendo una legión de "degredados" aquellos que por ser videntes se los trataba como enfermos contagiosos.
Por eso, fué costumbre decir que personalidades como Glauber Rocha o Meninina dos Gantois, serían entonces, serios candidatos a la degregación... Sacrilegio!!!!
Una vez elegido el solar para la construcción de la ciudad, una corona casi plana, en la cima de una colina escarpada, cortada a pique sobre el mar.
Los hombres afectados a la construcción de la ciudad, al mando de De Souza, pernoctaban en las naves, pues no tenían en tierra firme, un lugar en donde hacerlo.
Esto produjo la creación de una ranchería, en donde se levantó una ermita o capilla: Nossa Senhora da Conceição.
Poco después de armada, construyeron un especie de fuerte, dentro de la cantera de la construcción y los hombres fueron llevados alli.
Asignadas las puertas de la ciudad, definidos los lineamientos de las calles, señalizados los locales de los edificios públicos, se fué formando entonces una villa, rodeada por gruesos muros; "com dois baluartes ao longo do mar e quatro da banda da terra", cada uno de ellos, contaban com "muito famosa artilharia", según Gabriel Soares de Souza
Las casas eran de barro con techos de palma, a la manera amerindia.
La Casa dos Contos, la Alfândega, los almacenes, las oficinas, la Casa da Câmara e Cadeia y el propio Palacio de Gobierno, fueron todos hechos de barro, madera y palma; asi como también fué hecha de paja la primera iglesia edificada dentro de los muros de la ciudad: Nossa Senhora da Ajuda.
Las imágenes que pueden ver, las tomé de una página web, cuyo enlace figura sobre el nombre de la iglesia de Nossa Senhora da Ajuda.
Allí, podrán leer algunas notas acerca de la vida y trabajos de aquél jovencito que, un día arrodillado, le pidió a Dios no ser considerado un tonto, como hasta entonces.
Parece que Nuestro Señor lo escuchó, y bien escuchado pues, el padre Vieira dió que hablar mucho, aún después de muerto!!!
Que disfruten de ambas notas!!!
Fuente:Antonio Risério - Uma historia da Cidade da Bahia
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