Los últimos años del Siglo XVI, fueron para la ciudad y su recôncavo, años de expanción y enriquecimiento. Claro que al decir esto no hay que pensar en un "paraíso terrestre", lejos de eso.
Como sabemos, la ciudad de Bahía, luego de construida, recibió fuertes inyecciones reales para su desenvolvimiento.
Entre 1550 y 1551, el rey de Portugal envió dos ejércitos, personal para mantenimiento y un importante "incentivo fiscal"
Don Juan III, determinó que todas las personas que vivieran en Bahía, quedarían exentas de impuestos: labradores, por tres años; artistas, por cinco años, etc.
Pero, junto con estos beneficios, soplaban vientos contrarios. Vientos de enfermedades y epidemias.
Los indios tupinambás, llegaron a venderse a sí mismos como esclavos, suplicando ser comprados.
La viruela, barrió sin piedad la región, diezmando, particularmente a negros y brasis.
Se sospecha que la peste, se produjo por una nave anclada en Ilhéus y de allí, se desparramó por toda la costa.
Según el jesuita Leonardo do Valle, las mujeres debilitadas parían prematuramente, los cuerpos exudaban un olor putrefacto, los niños recién nacidos morían por no tener que mamar... los cerdos, comían los cadáveres...
Los jesuitas decían que aquello era un castigo divino.
Los indios, se replegaron más allá del Paraguaçú, en adhesión a un movimiento mesiánico, a una Santidad Amerindia.
Ocurre, que los frailes corrían de un lado a otro a dar la extrema unción y el bautismo a los enfermos próximos a morir; entonces los "pajés" decían que "esa agua estaba maldita"
La Ciudad de Bahía y su Recôncavo, sufrieron también en esos años, los embates de piratas holandeses e ingleses.
Se sabe, que viajeros como Williams Hawkins negociante de Plymouth y Pudsey de Southampton, viajaron a tierras de Brasil en 1542, para estrechar vínculos comerciales y dar protección militar a las naves de los ingleses que comerciaban con los tupinambás.
A ellos, les interesaba la madera del Palo Brasil, el algodón y los papagayos.
Sendos piratas ingleses, visitaron las florecientes costas de la Ciudad de Bahía, siguiendo el rastro de Sir Francis Drake, el mayor pirata inglés de todos los tiempos.
Ejemplo de ello fueron: Robert Withrington y Christopher Lister.
No lograron tomar la ciudad, pero asolaron su recôncavo.
En 1580, por una cuestión dinástica, Portugal cayó bajo el domiño español; instaurándose así, lo que se llamó la "Unión Peninsular"
Con Portugal anexada hasta 1640, Brasil, pasó a pertenecer a España.
Estos cambios políticos determinaron, entre otras cosas, la lucha con Holanda; provocando diversas invaciones a Bahía y Pernambuco en el S XVII, por parte de los holandeses.
Antes de eso, en 1599, los holandeses bombardearon la Ciudad de Bahía, logrando tomarla por 25 días.
A pesar de la viruela, los piratas y las invaciones, Bahía y su Recôncavo, conocieron años de mucho esplendor...
Continuará...
Fuente: Uma história da Cidade da Bahía
Antonio Risério
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