Orixás

Orixás

lunes, 31 de mayo de 2010

La Mar estaba serena...


Dicen que la Vida empezó en el mar...

El Mar o La Mar...
La Mar, la Madre, el Origen, el Agua Salada, Ella es La Mar

Janaína, Dandalunda, Yemanjá, Princesa de Aiocá, la de los cinco nombres...

Madre de los Orixás, domina sobre el agua salada y todo lo que allí vive.
Hermosa sirena de la que todos los pescadores se enamoran...
Elegante, Sabia, Serena y Maternal o también... Iracunda, Severa, Volcánica!
Oscuras cabelleras llevan sus hijos, adornadas con perlas o símbolos marinos.
Seductores, silenciosos, observadores, misteriosos... como el mar...
Cada 2 de Febrero, sus hijos se reunen en la playa y allí presentan sus ofrendas.
Largas colas de rezos y regalos y pedidos silenciosos... mientras tanto, la Madre aguarda.
Los contempla en la imagen que año tras año es depositada en las aguas. Cada año, una distinta.
Mientras las horas pasan, barcos de todas formas se acercan para portar los canastos llenos de flores y perfumes y todos los presentes (perfumados también, a modo de purificación)
Cuando llega el momento, Yemanjá, se dirige en brazos hacia el medio del Mar.
Todos sus hijos la escoltan: pais, mais, santeros, hijos de religión, simpatizantes, curiosos... todos están allí, con la vista fija en las aguas...
La nave insignia, lleva la Imagen. Avanza, se adentra en las aguas entre cantos rituales y el lugar previsto, las aguas saladas se perfuman con talcos y esencias...
Recién entonces, la Princesa desciende y con ella, las ofrendas: cartas pobladas de deseos, joyas, peines, espejos y todo aquello que sea adecuado para que la Gran Madre pueda lucir más bella.
Al comenzar cada Año Nuevo, las playas se pueblan de fieles, simpatizantes y curiosos que con el pensamiento y el corazón, expresan sus anhelos para el nuevo tiempo...
Yemanjá, a todos escucha, a todos recibe... como la Madre que es.
Les deseo que puedan compartir un 2 de febrero junto al mar y comprueben por ustedes mismos estas palabras...
Odoiá!!!
Marit

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