Cuentan que Xangó, tenía tres esposas: Obá, Yansá y Oxum.
Obá, era guerrera, valiente, decidida.
Yansá, guerrera también, seductora, fuerte y valiente, fué la única que lo acompañó a la guerra.
Oxum, a Oxum... seductora, dulce, romántica, volvía loco a su esposo y esto, le traía algunos problemas con sus rivales...
Cuentan que Obá, primera esposa de Xangó, siempre estaba espiando a Oxum pues quería conocer los secretos de sus recetas de cocina.
Obá, era guerrera, valiente, decidida.
Yansá, guerrera también, seductora, fuerte y valiente, fué la única que lo acompañó a la guerra.
Oxum, a Oxum... seductora, dulce, romántica, volvía loco a su esposo y esto, le traía algunos problemas con sus rivales...
Cuentan que Obá, primera esposa de Xangó, siempre estaba espiando a Oxum pues quería conocer los secretos de sus recetas de cocina.
Oxum, muy molesta por esto, decidió darle un escarmiento.
Invitó a Obá a su cocina, donde la recibió con un pañuelo en la cabeza y le dijo que le daría una receta para conquistar definitivamente al rey.
Obá, vió que en la olla de la sopa, había algo parecido a dos orejas.
En realidad, eran unos hongos relativamente grandes, que la pícara Oxum, había hecho pasar por sus orejas...
Obá, vió que en la olla de la sopa, había algo parecido a dos orejas.
En realidad, eran unos hongos relativamente grandes, que la pícara Oxum, había hecho pasar por sus orejas...
Engañando a Obá, le dijo que se las había cortado.
Obá, prontamente puso manos a la obra.
Obá, prontamente puso manos a la obra.
Resuelta como era, cortó una de sus orejas, elaboró la sopa y la ofreció a Xangó.
Es por esta razón, que aquellos a quienes les toca incorporar a esta Diosa, bailan como ella, apoyando una mano sobre su oreja faltante...
La ilustración pertenece a Carybé
Me gustó bastante esta y otras historias, tan llenas de vida y una especie de melancolía alegre -por más contradictorio que pareciera, a mi me llega el paticular aroma de estas historias-. Y me gustaría que una de tus entradas hablara un poco más de esta cosmogonía de este pueblo, yo soy de México y leo por ti, por vez primera, estos relatos.
ResponderEliminarhttp://norangulo.blogspot.com/
Espero algún día me visites. Saludos.
Gracias por tus palabras Aurelio!
ResponderEliminarGracias por animarte a escribir. Sí, tenés razón, también son un poco tristes.
Continuaré entonces, contando algunos otros patakis.
Marita