Orixás

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sábado, 17 de marzo de 2012

Exú

Laroyê!


Exu es el más sutil y más astuto de todos los Orixás.
El, aprovecha sus cualidades para provocar malentendidos y discusiones
 entre las personas.
El puede hacer cosas extraordinarias, como por ejemplo, cargar en un colador todo el aceite que compró en el mercado, sin derramar una sola gota!
Exu, puede haber matado un pájaro ayer, con una piedra que lanzó hoy!
Si él se enoja y patea una piedra, esa piedra puede sangrar!
Su cabeza, es puntuda y afilada como la hoja de una daga!
El nada puede transportar sobre ella.
Exu, puede ser muy malo con las personas que se olvidan de homenajearlo!
Es necesario pues, hacer siempre ofrendas a Exu, antes que a cualquier otro Orixá!
El lunes, es el día de la semana que está consagrado a él. Es bueno hacer ofrendas ese día, de farofa, aceite de dendê, cachaça y un gallo negro.


Cierta vez, dos amigos de la infancia que jamás discutían, se olvidaron el lunes de hacer la ofrendas debidas.
Fueron a trabajar al campo, cada cual a su parcela. Las tierras eran vecinas, separadas apenas, por un estrecho cantero.
Exu, enojado por la negligencia de los dos amigos, decidió prepararles un golpe a su manera.
Se colocó sobre la cabeza un bonete puntudo, que era blanco del lado derecho y rojo del lado izquierdo.
Después, fué a donde ambos amigos estaban trabajando y, pasando en medio de ellos, los saludó diciendo:
-¡Buen trabajo,  mis amigos!
Ellos, gentilmente respondieron:
-¡Buen paseo, noble extranjero!
Así que hubo pasado Exú, el hombre que trabajaba del lado derecho, le dijo a su compañero:
-Quién pude ser ese personaje con el bonete blanco?
-Su sombrero era rojo- respondió el de la izquierda 
-No, era blanco, de un blanco de alabastro, el blanco más bello que existe!
-Era rojo, de un rojo escarlata, de un fulgurante
-Era blanco! me tratas de mentiroso?
-Era rojo!, piensas que soy ciego?
Cada uno de los amigos, tenía razón y estaba furioso con la desconfianza del otro.
Irritados, comenzaron a darse golpes de puños, hasta matarse!
Exú, estaba vengado!
Eso no hubiera pasado, si las ofrendas a Exú, se hubieran realizado.
Exú, puede ser el más benevolente de los Orixás, si es tratado con consideración y generosidad.
Hay una manera de obtener los favores de Exú: prepararle un golpe de los mismos que él prepara.
Se cuenta que Aluman, estaba desesperado por una gran sequía.
Sus campos estaban áridos y la lluvia no caía!
Las ranas lloraban de tanta sed, los ríos estaban cubiertos de hojas muertas caídas de los árboles.
Ningún Orixá acudía a los ruegos y oraciones...
Alumna, entonces, decidió ofrecer a Exú, enormes trozos de carne de buey. 
Exú, comió con apetito, sólo que Aluman, había condimentado con mucha pimienta aquella carne, y Exú, tuvo sed...
Una sed tan grande, que no se calmaba con toda el agua que él tenía en su casa y en la de sus vecinos.
Exú entonces, abrió la canilla de la lluvia y la lluvia cayó.
La lluvia cayó día y noche...ella cayó al día siguiente y al siguiente... sin parar...
Los campos de Aluman, se volvieron verdes.
Todos los vecinos de Aluman, cantaban en su honor:


Joro, jara, joro Aluman, 
Dono dos dendezeiros, cuyos cachos são abundantes!
Joro, jara, joro Alumnan, 
Dono dos campos de milho, cuyas espigas são pesadas!
Joro, jara, joro Aluman, 
Dono dos campos de feijão, inhame y mandioca!
Joro, jara, joro Aluman!
Y las ranitas cantaban y croaban, e el río corría velozmente, sin miedo de desbordar!
Aluman, agradecido, ofreció carne de buey a Exú, con tempero y la pimienta justa!
Había llovido bastante. Más, sería desastroso pues, lo demasiado, siempre es enemigo de lo bueno!


Fuente: Lendas africanas dos Orixás.
            Pierre Fatumbi Verger & Carybé.

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