Orixás

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domingo, 22 de abril de 2012

Ogun iêêê!


Según Pierre Fatumbi Verger, Ogun habría sido el hijo más enérgico de Odùduà, y fué él, quién fuera regente del reino de Ifé, cuando Odùduà, se quedara ciego.
Como personaje histórico, se lo considera su hijo más viejo y el fundador de Ifé.
Era un temible guerrero que batallaba siempre contra los reinos vecinos. De esas expediciones,  llevaba siempre numerosos esclavos y ricos botines.
Guerreó contra la ciudad de Ará y la destruyó.
Saqueó y devastó numerosos estados. Sitió la ciudad de Irê, mató al rey e instaló a su propio hijo en el trono, dándole el título de Oníìre "Rey de Irê".
Por razones que se ignoran, Ogun nunca tuvo derecho a usar una corona (adé) hecha con cuentas de vidrio y abalorios, (que tapan la mitad de la cara disimulando el rostro) emblemas de realeza para los iorubas.
Fué autorizado a usar una simple diadema llamada àkòró, y  eso, le valió a ser saludado hasta hoy como "Ogun Iníìré y Ogun Aláàkòró" inclusive en el Nuevo Mundo, tanto en Brasil como en Cuba, por los descendientes de los iorubas llevados a esos lugares.
Ogun, es único; pero en Irê, se dice que está compuesto de siete partes.
Ogun "méjeje lóòde Irê", frase que hace alusión a las siete aldeas, hoy desaparecidas, que existían alrededor de Irê.
El número 7 es pues, asociado con Ogun y es representado en los lugares que le son consagrados y asociados con él, por elementos de hierro en número de 7, 14 y 21, colgados de un asta vertical, también de hierro: lanza, espada, facón, punta de flecha, azada, "torqués" y "enxó", símbolos de sus actividades.
Ogun, también es representado por franjas de hojas de dendezeiros debidamente desflecadas llamadas "màrìwò", colocadas encima de las puertas y ventanas de una casa o a la entrada de los caminos, a modo de protección y barreras contra las malas influencias.
Los lugares consagrados a Ogun, se encuentran al aire libre, a la entrada de los palacios de los reyes y los mercados.
Están presentes también en la entrada de los templos de otros Orixás. Son generalmente piedras, con forma de yunque con sus puntas opuestas, colocadas cerca de un árbol grande "àràbà" (Ceiba pentandra) o protegidas por un cerco de plantas nativas, llamadas "pèrègùn" (Dracaena fragrans) o de "akòko" (Newbouldia laevis).
En esos lugares, periódicamente se realizan sacrificios de cachorros y gallos, acompañados de ofrendas de vino de palma y platos de feijão e inhame cocidos y rociados con aceite de dendé.
Este Orixá, fué sincretisado en el Nuevo Mundo con diferentes santos, dependiendo del lugar donde se lo culturase.



En Bahía, se lo sincretisa con San Antonio de Padua; en Río de Janeiro, con San Jorge; en Cuba, con San Pedro y con San Juan Bautista; en Haití, la familia de los Ogous, engloba a varios  nagos: Papa Ogou se sincretisa con Santiago el Mayor; Ogou Ferraille, San Felipe; Ogous Olisha (Obatalá), San Raimundo; Ogou Balinjo, Santiago el menor o San José; Ogou Djamsan (Iansã-Oiá) y Ossain, forman parte de la misma familia, pero no se sabe su equivalente; y por fin: Ogou Chango (Xango) que bajo influencia de Cuba, se lo sincretisa con Santa Bárbara.
Las personas que tienen a este Orixá de cabeza, pueden ser: violentas e impulsivas, incapaces de perdonar ofensas de las que fueron víctimas. Son personas que persiguen enérgicamente sus objetivos y no se descorazonan fácilmente. Triunfan, donde otros hubieran abandonado, tienen un humor cambiante, pasando de furiosos ataques de rabia al más tranquilo comportamiento.
Finalmente, corresponden al arquetipo de las personas arrogantes e impetuosas pero, debido a su sinceridad y franqueza de intenciones, no pueden odiarse.

Fuente: ORIXÁS
             Pierre Fatumbi Verger. 

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